La economía sostenible es un término relativamente nuevo que se usa para describir una forma de abordar la sostenibilidad económica y social. Esta forma de economía se centra en el desarrollo de una economía rentable que pueda satisfacer las necesidades de la población sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Se basa en la premisa de que el crecimiento económico puede mantenerse sin agotar los recursos naturales, minimizando el impacto humano sobre el medio ambiente. Esta economía suele ser compatible con la teoría del crecimiento sostenible, que se centra en el crecimiento económico con el menor impacto ambiental y social posible.
Una economía sostenible se centra en el uso de recursos naturales limitados lo más eficientemente posible. Esto significa que la economía debe ser capaz de producir los bienes y servicios que satisfacen las necesidades de la población, sin comprometer el medio ambiente y los recursos naturales. Esta economía también debe ser capaz de crear y mantener una diversidad de fuentes de ingresos para la población. Esto significa que la economía debe ser capaz de producir productos que sean rentables para los consumidores, a la vez que se evita el uso excesivo de los recursos naturales.
Además, la economía sostenible debe ser capaz de satisfacer las necesidades económicas de la población sin comprometer la salud y el bienestar de la misma. Esto significa que la economía debe ser capaz de proporcionar empleo y servicios sociales para la población, mientras que también se protege el medio ambiente.
La economía sostenible también debe ser compatible con la sostenibilidad de la sociedad y la cultura. Esto significa que la economía debe ser capaz de satisfacer las necesidades de la población sin comprometer la identidad cultural de la sociedad. Esto significa que la economía debe ser capaz de satisfacer las necesidades económicas de la población sin comprometer los valores y principios culturales de la sociedad.
La economía sostenible también debe ser compatible con los principios de la justicia social. Esto significa que la economía debe ser capaz de satisfacer las necesidades de los miembros de la sociedad sin poner en riesgo los derechos humanos fundamentales y la equidad entre los miembros de la sociedad.
En conclusión, La economía sostenible busca encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente, el uso eficiente de los recursos naturales y la generación de ingresos.
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